miércoles, 26 de noviembre de 2008
Las 935 mentiras de la administración Bush sobre Irak
El presidente de los EE.UU., George W Bush y otros altos funcionarios realizaron casi mil declaraciones falsas sobre la amenaza para la seguridad nacional que suponía Irak tras los ataques del 11 de septiembre, según un estudio realizado por dos organizaciones sin ánimo de lucro. Associated Press reporta el estudio, publicado en la web del Centro para la Integridad Pública, en el que llegó a la conclusión de que las declaraciones "fueron parte de una campaña orquestada que envolvió a la opinión pública y, en el proceso, llevó a la nación a la guerra decididamente bajo falsos pretextos". Según el estudio, 935 declaraciones falsas fueron emitidas por la Casa Blanca en los dos años posteriores a los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001 .En los discursos, sesiones informativas y entrevistas, el Presidente Bush y otros funcionarios declararon "inequívocamente" por lo menos en 532 ocasiones que Irak tenía vínculos con al-Qaeda, o había armas de destrucción masiva o estaba tratando de obtenerlas. "Ahora es indiscutible que Irak no posee armas de destrucción masiva o vínculos significativos con Al-Qaeda", escribieron los autores del estudio Charles Lewis y Mark Reading-Smith. "En resumen, la administración Bush llevó la nación a la guerra basándose en información errónea que propagó metódicamente y que culminó en la acción militar contra Irak el 19 de marzo de 2003." El estudio reveló que solo el Presidente Bush hizo 259 declaraciones falsas - 231 sobre las armas de destrucción masiva y 28 acerca de los vínculos de Irak con Al-Qaeda. Los otros funcionarios nombrados en el estudio son el Vicepresidente Dick Cheney, la entonces Consejera para la Seguridad Nacional Condoleezza Rice, el entonces Secretario de Defensa Donald Rumsfeld, el entonces Secretario de Estado Colin Powell, el Secretario Adjunto de Defensa Paul Wolfowitz y los portavoces de la Casa Blanca Ari Fleischer y Scott McClellan . "El efecto acumulativo de estas falsas declaraciones - amplificado por miles de noticias y emisiones - fue masiva, con la cobertura de los medios de comunicación creando un estruendo casi impenetrable durante varios meses críticos en el período previo a la guerra", concluye el estudio. "Algunos periodistas - de hecho, incluso algunas organizaciones de noticias - han reconocido que su cobertura durante los meses anteriores a la guerra fue demasiado deferente y acrítica. No obstante, gran parte de su omnipresente cobertura dió ratificación 'independiente' adicional a las falsas declaraciones sobre Irak de la administración Bush."
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